Esta obra del gran autor de Ciencia Ficción Frederik Pohl tiene mucho que ofrecer a cualquier lector que se interese por adquirirla y sostenerla entre sus manos el tiempo suficiente para, cuanto menos, "devorarlo"; 
no sólo por la originalidad de esta obra, sino por la cantidad de mensajes que llega a trasmitir y lo que puede llegar a hacer reflexionar al lector mediante la historia de Robbinette Broadhead, un pseudoperturbado que cuenta su historia mediante dos vías, una con su psicoterapeuta robótico, al que apoda Sigfrid (por el conocido Sigmund Freud), otra, a través de su propia historia desde su llegada a Pórtico, un satélite colonizado desde hace millones de años por una raza desconocida, los Heechee, que lo han abandonado y está siendo investigado por los habitantes de la Tierra. Las dos historias van fusionándose y fundiéndose de una manera tan sútil, que la estructura externa que el autor confiere al libro en la que los capítulos pares hablan sobre la historia del protagonista en Pórtico y los impares de su terapia psicológica, acaba, en los capítulos finales siendo una sola, una técnica increíble que justifica los tres premios que ha recibido el autor por esta obra (Premio Jhon W. Campbell 1978, Premio Nebula 1977, Premio Hugo 1978).
no sólo por la originalidad de esta obra, sino por la cantidad de mensajes que llega a trasmitir y lo que puede llegar a hacer reflexionar al lector mediante la historia de Robbinette Broadhead, un pseudoperturbado que cuenta su historia mediante dos vías, una con su psicoterapeuta robótico, al que apoda Sigfrid (por el conocido Sigmund Freud), otra, a través de su propia historia desde su llegada a Pórtico, un satélite colonizado desde hace millones de años por una raza desconocida, los Heechee, que lo han abandonado y está siendo investigado por los habitantes de la Tierra. Las dos historias van fusionándose y fundiéndose de una manera tan sútil, que la estructura externa que el autor confiere al libro en la que los capítulos pares hablan sobre la historia del protagonista en Pórtico y los impares de su terapia psicológica, acaba, en los capítulos finales siendo una sola, una técnica increíble que justifica los tres premios que ha recibido el autor por esta obra (Premio Jhon W. Campbell 1978, Premio Nebula 1977, Premio Hugo 1978).
Es un libro de gran introspección psicológica en la mente del protagonista, debatiéndose su condición sexual y secretos más oscuros que van surgiendo a la luz página a página.
El punto positivo de esta obra sea, quizá, la dinámica que le confiere la doble historia que alterna capítulos pares e impares, además de una alta calidad expresiva y expositiva, así como la naturalidad en tratar temas que socialmente no son aceptados. Como punto negativo, señalar únicamente la desigual distribución en cuanto extensión de los capítulos pares e impares y el uso de algunas palabras algo "toscas" que desvirtúa en ocasiones la línea general en cuanto a pulcritud y concisión de vocabulario.
(4/5)
Alberto Maraña Calzada
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